Achilataland también tiene su reflejo en una serie de imágenes estáticas que capturan la esencia de los personajes creados para la serie. Cada uno de estos personajes fue inspirado en personas reales de la provincia de Tucumán, pero a través del uso de herramientas de inteligencia artificial, los transformé en representaciones visuales únicas. Para esto, utilicé un proceso de generación de imágenes impulsado por IA, que luego ajusté y retoqué con Photoshop para lograr mayor parecido, que permitió plasmar sus características de forma creativa y auténtica.
Las fotografías que componen esta serie no solo son una representación de los personajes, sino una fusión de la cultura local con influencias globales de la música, el cine y la televisión. Al igual que en la serie, las imágenes buscan conectar lo regional con lo universal, creando un puente visual entre ambos mundos. Este proyecto celebra la capacidad de la inteligencia artificial para dar vida a personajes de manera innovadora, con una estética que resalta la identidad tucumana y la imaginación sin límites.